“Libertad, es elegir el que será el esclavo.” Jeanne Moreau

Mientras que algunos de nuestros compatriotas pronto se preparan para celebrar 14 Julio, au cœur du parc national de Litchfield nos encontramos con Louise y Julian Cafe en Litchfield - que organiza buffets para los autobuses turísticos - antes de comprometerse a una semana de obtener ayudaX a partir del día en que primero tenemos que llegar a Darwin para comprar dos nuevos neumáticos - Ah, y sí para visitar ! Dejamos el parque después de un viaje a su segundo comercio : Wangi el café donde Kali y Rémi, dos funcionarios franceses en espera de un patrocinio de Visa, presentamos el equipo francés ... si no es un alemán al principio y un taiwanés.

Si las ciudades australianas son bastante jóvenes, Darwin es, por desgracia aún más tras el bombardeo japonés de la Segunda Guerra Mundial y el ciclón Tracy en 1974 que destruyó casi tres cuartas partes de los edificios. No vamos a permanecer mucho tiempo, nos limitamos a un truco bajo sus calles y una parada frente al mar que no hemos visto desde Bloomfield. Fue en la cercana ciudad de Palmerston hacemos una cita la próxima semana para instalar dos nuevos neumáticos delanteros en los Ktyres - propiedad Coles, la cadena Kmart. Nos hemos contentado con neumáticos reacondicionados, pero que no existe en el norte de Australia, el calor del asfalto no dar una segunda oportunidad a la goma ! Estamos de vuelta en el parque nacional en el momento de compartir la cena con todo el equipo “ayudante” y nosotros en nuestro donga : contenedor amueblado.

Le lendemain Monsieur part travailler en cuisine au Wangi Café alors que je reste au Litchfield pour aider à la préparation du buffet. Si je dis travailler c’est qu’ils demandent six heures par jour pendant cinq jours, ce que nous considérons être un peu trop pour du simple HelpX mais nous profitons du cadre et des soirées dans ma langue natale en attendant notre rendez-vous du 21. Sur le site nous croisons des wallabies, un brillant ibis falcinelle ainsi qu’un silencieux mâle kookaburra et nous évitons les tas de feuilles mortes où la vipère de la mort aime bien se lover. Après trois jours au buffet, je joue le commis de Monsieur le samedi 18 et tiens la galerie d’art aborigène le dimanche : journée tranquille – trois ventes 🙂 – qui me laisse tout le temps de lire plusieurs petits livres sur l’interprétation de l’art aborigène, les boomerangs, l’histoire du Temps du Rêve puis du Serpent Arc-en-ciel pendant que Monsieur cuisine des burgers.

Lunes 20 juillet c’est notre week-end et nous partons en vadrouille avec l’une de nos collègues pour visiter le parc dans lequel nous vivons depuis cinq jours mais dont nous n’avons rien vu d’autre que la route entre les deux cafés ! Nous remontons la route principale pour un tour au Florence Falls où nous arrivons à temps pour voir un plongeur fou – visible sur la photo 😉 – et au Buley Rockhole bien trop surpeuplé pour que nous en profitions. Al otro lado de la carretera es la bípedos desiertas pantano de mesa, pero lleno de vida animal.

Después de una parada a altas caídas Tolmer – hilillo de agua en esta temporada – nos comprometemos a la pista que conduce a Sandy Creek Falls y Tjaynera donde tenemos que cruzar un río que no tiene nada que ver con la breve y poco profunda que hemos tomado en la carretera entre Cabo Tribulación y Bloomfield Queensland. La que se nos presenta cuarenta centímetros de profundidad, varios metros de largo y probablemente cocodrilos en la hierba alta que recubre el conducto. Llegamos a la otra parte sin incidentes y los pies siempre seco para continuar en el camino ondulante y rocoso al campo de Sandy Creek, donde una marcha de siete kilómetros nos llevó a un pequeño paraíso donde disfrutar de bocadillos y la natación.

Volver a la base para la última noche, después de una mirada a Wangi Falls que se parece a una piscina municipal con todos estos turistas, mañana por la mañana nos dirigimos a Palmerston y los neumáticos una vez instalado hacia el Parque Nacional de Kakadu.

Llamó una vaca campana para hacernos saber que la cena estaba lista, una mesa grande para veinte personas, si no es, avec toujours le même gratin de légumes, mais des viandes variables. Il exploitait un peu les jeunes voyageurs en quête de second visa, du coup, quand nous partîmes nous fûmes suivis d’au moins cinq personnes !

Soirées belote avec les françaises, le camion pourri jusqu’à la moelle, les porcs qui récupèrent les restes, l’internet au lance-pierres … Pas mal dans l’ensemble, mais le top c’était les douches extérieures où on te voit les pieds et la tête 😉

Ca et la nage avec des crocodiles aux chutes de Sandy Creek !