“No hay que esperar para llevar a cabo ni de tener éxito para perseverar.” Guillermo el Silencioso

Nuevo día en Kampot, después del paseo por el mar ayer, hoy estamos ganando altura. Entrando en el parque nacional de Preah Monivong nos embarcamos en las decenas de kilómetros sinuosos en la montaña de Bokor donde nos sorprende no poco encontrarnos en una niebla total que a veces se convierte incluso en una espesa niebla.. Lo más increíble es la temperatura que lo acompaña., no, no pensamos que podríamos hacer mucho frío en Camboya !

En la cima de Bokor

Seguramente seguimos la ruta de la antigua carretera que conduce a los edificios construidos en 1917 hablar francés – que por una vez tuvo que buscar lo fresco : seis años de trabajo en condiciones que costaron la vida a varios cientos de convictos empleados. En 1925, el Palacio Bokor abre sus puertas a los acomodados ; pero su sueño no durará y el lugar cierra al final de los años 1940 durante la guerra de Indochina. Nuestro viejo conocido, el rey Sihanouk lo hace reconstruir y abrir en 1962, con la notable incorporación del primer casino de Camboya… reservado para extranjeros. Solo dura unos diez años., cerrado esta vez por el khmer rouge.

Así que me había preparado para una buena sesión de fotos en las ruinas del hotel y caminamos por las carreteras en la parte superior varias veces, ya que es difícil orientarse en la niebla. ! Nous trouvons bien l’église catholique qui nous offre un joli point de vu, quoi que pas assez dégagé pour voir le Golfe de Thaïlande. Puis devons nous rendre à l’évidence : les cambodgiens ont décidé pour la troisième fois de rénover le Bokor Palace !

Le bâtiment est bien là mais, repeint, a perdu son côté photogénique et n’est bien sûr plus visitable à moins de s’y payer une chambre à plusieurs centaines de dollars la nuit ! 😮 De nouveaux hôtels, au design douteux, sont également construits un peu plus loin et nous commençons à nous demander si ça valait le coup de venir si haut, aussi agréable qu’ait pu être la route.

Nous laissons le béton derrière nous pour rouler vers des champs de riz qui n’en sont pas : 100 Rice Fields (les 500 étant payants, peut-être parce qu’il y en a plus ? 😀 ), ce sont en fait des formations rocheuses entre lesquelles pousserait de l’herbe en droite ligne donnant l’impression d’une vue aérienne sur des champs de riz. Là encore quelque chose a du nous échapper ! Plus loin nous laissons volontairement échapper les chutes d’eau de Popokvil, payantes elles aussi, qui ne doivent pas être très impressionnantes en cette saison sèche. C’est au détour d’un autre chantier que nous trouvons un endroit plutôt sympathique, un lac empli de poissons autour duquel ne se trouvent encore aucun touriste. Apreciamos su calma por un momento antes de comenzar a descender lentamente hacia la llanura..

100 Rice Fields

Ya Mao

Decididamente, el día de la fotografía sigue comprometido, la estatua de Ya Mao está enmascarada por la niebla, tan fallando en verlo bien, Les contaré brevemente la historia de este guardacostas mientras la leo. : “La leyenda de Ya Mao dice que murió en el mar mientras viajaba para ver a su esposo, Por lo tanto, los jemeres suponen que ella quería salchichas e incluso hoy le hacen ofrendas de falos y plátanos.”

Hambrientos, cometemos un error de turistas y ordenamos sin preguntar el precio en el puesto de comida instalado a los pies de Ya Mao. La espera es extremadamente larga – mi plato de fideos de verduras viene mucho antes que un simple sándwich – y al pagar, los precios son extremadamente caros ! Pero la gente a cargo del stand nos estafa con una sonrisa, perdiendo su inglés cuando disputamos el precio. Mi-figue, mid-grape en cuanto a este paseo por Bokor, todavía disfrutamos de los rayos del sol jugando con la niebla, vegetación impresionante a los lados de la carretera o incluso vestigios inventados por nuestra imaginación : también ves un perfil en esta roca ?

Esculturas naturales ?

Salida de barcos de pesca

De vuelta en Kampot y después de un descanso en el albergue., salimos de expedición al final de la tarde, esperando ver la colección de sal en los pantanos que se extienden al sur de la ciudad, en Koh D’tray – Isla de los peces o Isla de los peces. No vamos más allá del puente que conecta la isla con el continente., el scooter se comporta de forma extraña y rápidamente descubrimos un pinchazo ! De regreso a la ciudad, donde uno va en una misión – deja que te diga abajo – para cambiar una llanta mientras la otra, para no apelmazar el vehículo, camina de regreso al albergue. Interludio que me permite descubrir que los camboyanos juegan a la petanca, pero sin un cerdo ! Otro espectador, Hablando francés, me confirma después de preguntarme si conozco este juego – y cómo ! C’est un peu de par chez moi – que non ils ne respectent pas les règles et se contentent de tirer comme des fous à une vitesse incroyable, puis de changer de côté et de recommencer ! 🙂

Coucher de soleil à Kampot

Marais salants de Kampot

Deuxième tentative, nous arrivons au bout de la côte est de l’île où nous pouvons observer la sortie des bateaux de pêche. Cette fois-ci c’est l’aiguille du réservoir d’essence qui nous fait repartir en ville pour un plein avant une troisième tentative vers l’ouest de l’île. Nous avons l’impression de rouler fort loin, lorsque enfin apparaissent sur notre gauche des quadrillages plutôt marrons que blancs. Nous continuons de nous éloigner, y disfruta de un paisaje tranquilo bajo el sol poniente, es frente a este último que encontramos unos cuadrados donde pensamos que adivinamos sal, algunos todavía están cubiertos de agua. ¿Hay una temporada para recolectar sal? ? ¿Hemos llegado demasiado temprano o demasiado tarde en el día? ? Nunca lo sabremos, pero apreciaremos lo que nos dio para ver antes de regresar al albergue para nuestra última noche..

Si alguna vez pasas por Kampot, Le aconsejo que obtenga una pequeña guía en papel gratuita o su versión en línea llamada Guía de supervivencia de Kampot, si entiendes bien el ingles, Te prometo unas risas como las que tengo con el numero 41 que encontré en el albergue.

Y como se prometió en el artículo anterior sobre Kep, al final del video : un movimiento camboyano !

De camino a las llanuras de sal que rodean la ciudad., en pistas mi fe, un poco áspero y lleno de agujeros, uno de ellos pinchó nuestro neumático trasero. ¿A dónde vas con una llanta pinchada en Camboya? ? Cuando un mecanico, encontrado accidentalmente le muestra el camino a la reparación de una llanta (?) en su lengua materna, incluso con gestos, es difícil.

Termino inflando la llanta y volviendo al albergue atrevete atrevete, donde aparentemente están acostumbrados a, una llamada telefónica y media hora después el estuche está en la bolsa, eficaz ; le prix de la réparation est répercuté sur la facture, cinq dollars, quel outrage ! 😉